viernes, 17 de abril de 2020

***Un café con Eduardo Galeano***

***Un café con Eduardo Galeano***
No me gusta madrugar,
sería el frío el que me despertó,
pues en plena primavera
otra vez nevó...
Pienso en los tulipanes,
en el frío que sentirán
y lamento el no poder
compartir con ellos,
una taza de café y un pan.

Me levante de mañanita
y violando la cuarentena,
sin sentir vergüenza, ni pena,
me fui al café que queda justo
afuera de la habitación;
tenía ganas de conversar
y verá usted a quién
me vine a encontrar.

Allí como rey campante,
llevándose el mundo por delante,
estaba ese peculiar escritor,
tomando café con mi taza,
eso si sin probar el pan...
No me permitió cuestionar
su presencia y sin la menor
indulgencia, me dijo: sentate.

Aquella era una oportunidad
maravillosa, de platicar con alguien,
que lejos de contagiarme con el virus,
podía de forma invasiva contagiarme
con su visión e intelecto.

Quería preguntarle de todo,
pero el disipó mis ancias,
con una sola expresión:
servite tu café y busca
otra taza, porque tu taza
azul hoy es mía...
El café estaba listo
y su aroma era como el
de una mujer, irresistible.

Nos jodieron el mundo, me dijo
estos cabrones, no se conforman
con el dinero, ahora quieren
los espacios, de los que a su
parecer, ya estorban.
Y sabes qué hay que tener,
para enfrentar esta pandemia,
aparte de lo que pensar,
entusiasmo y porqué entusiasmo
le pregunté, porque quien tiene
entusiasmo, lleva adentro a los dioses
y esos no se dejan sobornar,
por el desaliento.

El café seguía humeando
y yo atentamente escuchando,
-Sabes que este mundo,
te puede perdonar, ser infiel,
ser un tipo de mierda y tantas
otras cosas, pero lo que no
te perdona es ser un perdedor...
Como si fracasar no fuera parte
de la lección y sabes porqué,
-No, no lo sé. -Porque el éxito
esta sobre valuado y muy por
encima de todas las virtudes
y claro el éxito según su torcido entender.

-Vos crees que este mundo es justo,
Y cómo va ha ser justo, no has leído
la historia, dos de los hombres más
justos, que han existido, Jesús de Nazaret
y Sócrates fueron condenados, por la justicia.

Porque este mundo está gobernado
por una dictadura financiera, que es
como una fiera, que devora a los más débiles
para perpetuar su existencia,
a esa nadie la eligió y sin embargo
es quien decide, el destino de las mayorías
mediante sus representantes a los que
llamamos, primeros ministros o presidentes.

Pero hay una dignidad, la dignidad
de la desobediencia, porque para derrotar
a ese Goliat, se precisa de cinco piedras,
la dignidad, la información fidedigna,
la solidaridad, el coraje y el amor.

Da un sorbo de café y mira
a travez de la ventana,
el gato nos observa desde un rincón;
-Sabes que a mí me gustan los mitos
y leyendas, porque los primeros,
perpetúan las memorias y las leyendas
les dan eternidad...
Y después de esta cuarentena,
cada estado tendrá su versión oficial,
pero abra otra que será contada,
en las redes sociales, en las esquinas
de los barrios, en los mercados,
en las calles, donde a veces
es desvalorizada, porque es inconveniente,
pero vivirá en el corazón y mente
de quienes realmente vivieron los
estragos de la pandemia.

Y vos que pensas, me pregunta,
-Yo creó, que nos han lanzado
cortinas de humo,
que nos han revuelto el agua,
para que no podamos ver,
qué hay en el fondo,
pero un día se verá...
Eso es verdad, me dice,
pero dentro de más tarden en verlo,
mas grande será el daño,
no olviden que en el antaño,
hubieron visionarios que vieron
de primero y por eso fueron
desterrados a la tierra del olvido.
Oxwell L’bu copyrights 2020
(Con frases y dichos de Eduardo Galeano)

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