Era una tarde gris, como tu ausencia…
Una habitación colmada de fantasmas,
donde yo purgo mi sentencia…
... A través de la ventana las gotas de lluvia,
parecían como tus dedos tocándola,
¡Llamándome! En medio del silencio.
El sonido de la lluvia se repiten y se repiten,
como tus besos, como tus gestos,
como tus palabras…
Y como quien rompe sus cadenas,
como el ave que por fin a lo grado
escapar de la jaula.
Me salí de la habitación y extendí
los brazos y deje que la lluvia
me empapara hasta el alma.
Entonces un torrente de dulzura,
un caudal de ternura fluyo
como un manantial…
Tu recuerdo se trasformo en lluvia
y me empapo de un sentimiento,
que provoco en mi una gran nostalgia.
En mi desesperación te busque,
como quien hace una oración
invoque aquella tarde…
Aquella tarde en la que el cielo,
bautizo nuestro amor…
En la que en medio de ese fresco verdor.
Dos niños se entregaron al amor
y probaron ese vino de la vida,
hasta embriagarse.
¡Ojala! Te moje esta lluvia
¡Ojala! Te empape este recuerdo,
y de alguna forma nos volvamos
a unir…
Oxwell L’bu Copyright ©2011
Imagen: Internet
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