De ti me enamoré sin darme cuenta, como un niño que se enamora de su maestra, como un adolescente esperando que pase la mariposa azul en la esquina… Me he enamorado así tan de repente y a calado tan profundo en mi corazón y mente.
Ay mujer, cómo dueles cuando no estás y que bendición cuando llegas, aunque no pueda amarte, mi felicidad es mirarte.
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