domingo, 5 de febrero de 2023

“La amante de la lluvia”


 “La amante de la lluvia”

Aquel día llovía, llovía, como llueve en la primavera, reverdeciendo la pradera y bordando de colores de abril la tierra.

Cuando llovía, ella salía, pues sabía, que el, la esperaba, ese por el cual ella desesperaba; de las entrañas de la tierra salía y como una guerrera que sale a casar, la salía a encontrar.  

Llovía y llovía incesantemente, cuando de repente sintió una caricia en sus espalda, que bajo, justo donde termina la espalda, para luego recorrer todo su ser.

Ella no protestó, no forcejo, se dejó amar; sus caricias cristalinas la hacían estremecer, se sentía mujer, lo amaba, cada vez que llovía, luego el se desvanecía, sin que ella pudiera verle el rostro.

Sería a caso un ángel revestido de lluvia y con las alas del viento o sería un demonio tomando la forma de un tornado, que se calma al sentirla a su lado.

No podía ver  su rostro porque la lluvia se lo impedía, pero sabía que era hermoso, de sonrisa torrencial y mirada de arco iris. 

Por eso cada vez que llovía ella salía descalza y casi desnuda, porque lo esperaba, lo deseaba, como desea una flor, ser preñada de amor. El era su amante y sin embargo no sabía su nombre, ni siquiera si era un hombre o lluvia; pero lo amaba y se dejaba amar, aunque su cuerpo no conservara huella alguna, de aquellos encuentros furtivos, porque la lluvia las borraba, pero solo así apagaba ese fuego que la consumía, sin quemarla, fuego que calcinaba sus deseo de vivir, por eso le pedía al cielo que lloviera, pues ella sabía que el vendría a amarla y empaparla de su presencia.

Oxwell L’bu copyrights 2023

#Lluvia

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