Vi ese destello de luz y me cegó… Abandone a mis luciérnagas azules que en mis noches desvelo iluminaban mis sueños de poeta, deje a un lado a mi luna desvelada que con su carita tiznada en cada madrugada me regalaba una sonrisa… Sin dudarlo me fui de prisa tras esa luz, que al final no fue más que una sombra que le puso clavos a mi cruz… ciego y desconcertado, sin un juicio condenado, me quede clavado exhibiendo mis miserias, pues tarde comprendí que esa luz no era mas, que una estrella fugaz.
Oxwell L’bu copyright2014
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