“Esa mujer de la que nunca hable”
Si, hay una mujer, de la que nunca te he hablado, fue la primera que me ha besado y la que ha sido recurrente en mi cama.
Sin que yo la llamara, vino a mí; sin invitación se metió en mi habitación y también en mi corazón. Es una mujer por naturaleza misteriosa y sabes una cosa, aunque nunca le he visto el rostro la he besado y llevo en mi boca su sabor. Ella ha sabido de uno que otro amor, que ha llegado a mi vida y se ha ido sin despedida y nunca me lo ha reprochado, quizás porque sabía que tarde o temprano volvería a ella.
Ella se sabe de memoria mis versos, ha guiado mi pluma para que escriba poesía y junto a mi ha cantado las canciones que siguen guardadas en el cajón. A ella no le importa si a una musa difusa le escribo unos versos, porque antes de poner el punto final, ella pone su huella.
Nunca la he visto desnuda y sin embargo he sentido su desnudez, pues en mis noches solitarias se mete en mi cama y con su frialdad apaga el volcán que rugía en mi ser… Tiene formas de mujer, pues cuando despierto y ya se ha ido, he visto su silueta en el colchón, de verdad que es una contradicción para el corazón.
Y si no te hable antes de ella, no fue por ocultarla, sino porque como describir una relación tan extraña, que me ha sido recurrente.
Se que es una mujer, porque ningún otro ser besa como lo hace una hembra; ningún otro ser te hace tocar el cielo y lo transforma en un purgatorio con su ausencia; quién como una mujer para desbordar en un hombre la locura y hacer que se ensaye de poeta y hasta se vuelva cantor, para hacer suspirar a su amor.
Pero cómo hablarte de ella, si ella no se deja describir, ni la puedes llevar del brazo para presumir, ni adueñarte de su presencia, porque se hace más presente en su ausencia…
Oxwell L’bu copyrights 2022
#Soledad
No hay comentarios:
Publicar un comentario