*Me fui muy lejos para olvidarte, pero al llegar la noche te volví a encontrar en mis sueños… entonces empecé a trasnochar, era imposible quererte olvidar, pues cada amanecer entrabas como sol en mi ventana. Me pregunto: Si solo fuiste un sueño porque no despierto. Si fuiste solo un momento porque no te quedaste allí… Pero no es tu culpa, la culpa es mía, porque no aprendí a olvidar, por ser un sentimental empedernido que sigue abrigando esperanza.
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