Amiga, mi queridas amiga, si pudieras escuchar los latidos, que susurran en mi pecho... Si pudieras ver tu reflejo en mi mirada, cuando sin palabras me dijiste que estabas enamorada.
Amiga, si el tiempo en esta realidad finita, fuera como la plantea Einstein en su ecuación, sería tan fácil tenerte frente a mí y expresarte lo que no me atreví, por no echar a perder lo que contigo ya tenía... Una amistad.
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