sábado, 25 de enero de 2020

Usted decía...

Usted decía...
Cuando nos conocimos, no la vi, como quien quería conquistarla, sino enamorarla; no quise hacerla de mi propiedad, sino mi compañía...

Le expuse de par en par mi verdad, sin disfrazarla, sin adornarla, sin verdades a medias, ni mentiras piadosas, que hicieran en su vientre revolotear mariposas.

Usted me dijo que le encantaba, mi alma libre y por eso no entiendo porqué, quiere enjaularla... Usted decía que le gustaba mi forma irreverente de ser y esa forma de hacerla sentir mujer; usted decía que junto a mi no importaba, si era un tipo sin futuro, porque conmigo cada instante era eterno.

Yo nunca le oculté mis manías y le dije que jamás tragaba pastillas para soñar, porque yo sueño despierto. Le mostré mi talón de Aquiles y mis vulnerabilidades, para que las cuidara, no para que me dañara.

Usted decía, que junto a mi cada dia era una fiesta, porque aprendió junto al susodicho a no pedirle a la vida caprichos, sino una oportunidad, para celebrar las cosas sencillas.

Usted decía, que cuando iba de mi brazo, se sentía la mujer más afortunada, no porque fuera el tipo más guapo, sino el que la hacía feliz... Mis defectos, aunque muchos, para usted eran inexistentes, porque con mis detalles llenaba esos espacios en blanco de su existencia.

Yo quise ser lo mejor para usted, saque mis ilusiones sin estrenar, me bebí mis impaciencias y con sublime paciencia empecé a descubrir, aquello que incluso tú no conocías de ti.

Usted decía, que no eran mis versos, ni las coplas de mis canciones, las que despertaban sus pasiones , sino mi forma de mirarla y acariciarla con la mirada. Decía que los versos más sublimes, usted los llevaba tatuados sobre la piel y que mis besos eran la miel que endulzaba su vida.

Usted, no solo me lo dijo, lo mostró y vivió cuando tocaba el cielo conmigo.
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