En medio de la hierba, como flor silvestre, poco a poco bajo el roció de la mañana y bañada de rayos de luna, surgió la rosa más hermosa del paraíso… Yo quise respirar su aroma, tocar sus pétalos de seda, llenar mis ojos con su belleza…Eran tan hermosa que no quería que nadie admirara su belleza, por temor a que alguien de ella se enamorara y me la quitara. Por lo que cerque donde estaba y la cubrí… Al día siguiente fui ilusionado a verla, mas aquella bella rosa moría, había perdido el color y hasta el aroma… Hasta la luna lloraba en su agonía, entonces me di cuenta que en mi afán de hacerla mía, asfixie su esencia, eclipse su vida y lo que me fascinaba de ella, por mi egoísmo se perdía.
Oxwell L’bu Copyright ©2013
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