Con la curiosidad de una felina,
te asomas a la ventana,
a la misma hora que sabes
que el pasara…
Te sabes enamorada y te sientes
como una gata acorralada,
cuando el arrebata tus muletas,
con su mirada.
Siempre fuiste tú la que se sintió,
admirada e idolatrada,
pero hoy te sientes totalmente
desarmada.
Te vistes para él, te arreglas para él,
no hayas que hacer para atraer
su atención, porque el sin hacer
alardes te ha robado el corazón.
Se te vuelve obsesión el recibir
de él una atención, una palabra
amable o un gesto de cariño…
Es increíble como ese hombre
con alma de niño…
Te hace implorar su cariño,
a ti que nunca supiste que
es amar…
Como gata acorralada…
Sigues esperando por el
con el alma ilusionada,
hoy comprendes lo feliz
que es una mujer enamorada.
Oxwell L’bu Copyright © 2011
No hay comentarios:
Publicar un comentario