Desasosiego

***Desasosiego***
¿Es la luna la que está descendiendo?
O es la tierra  la que esta levitando,
porque el poeta quiere besarla,
pero el sol no se lo permite.

Se clava firme en el horizonte,
con sus rayos cual mano ardiente,
toca las copas de los arboles,
en donde se encaramo el poeta.

Causándoles heridas
las estrellas notan…
Las nueves vienen en su auxilio,
y le cubren el rostro al sol.

Luego para sanar las heridas de los arboles,
las nubes empiezan a llorar,
pero el sol hace bajar a sus duendes,
a través de un arcoíris.

Bajan con una misión que pronto
olvidan pues se ponen a jugar,
en los charcos como niños,
chapoteando en el agua.

El sol los ve y se enoja
y en forma de vapor los hace subir,
entonces la luna los ve con pena
y su cara se torna plateada.

Cual si fuera una perla
en el océano azul de la eternidad,
donde solo los que sueñan con
los ojos abiertos la pueden encontrar.

Entonces la penumbra cubre al poeta,
y ellas empiezan a ser refugio
para los enamorados que también
buscan a la luna.

De repente el cielo se transforma,
en un manantial de estrellas,
el mar manda a morder a la playa,
con sus olas…

Pero al ver a la luna,
se transforman en espuma,
que luego el viento convierte
en labios que besan como briza.

El poeta se queda pensando,
la luna lo observa,
premiando su desvelo con
un beso transformado en verso.
Oxwell L’bu Copyright ©2012