Tus labios son como
olas de mar…
Que besan la playa
y luego se van.
Porque tú eres gaviota
de alta mar,
que busca la playa tan solo
cuando se ha cansado de volar.
Yo en cambio soy faro,
que espera inerte pero altivo,
en las noches eternas en que me
azota la tormenta de tu ausencia.
Con la luz de este sentimiento,
ilumino tu norte,
para que no te pierdas y sepas
hacia donde volar.
Tu impetuosa como la marea alta,
llegas con fuerza golpeando la roca,
sin percatarte de que no es una roca,
es mi corazón…
Tú que ya has recorrido los siete mares,
tú que eres perla preciosa que codician
los marineros y esquiva hacia mí.
Tú que no tienes oídos para escuchar.
mis te quieros, mis te extraño,
porque con el trueno de tu tormenta,
los dejas en silencio.
Yo contemplo desde la playa,
una y otra vez tu partida,
sin conseguir darte despedida,
porque se queda en espera mi corazón.
Te pierdes en el horizonte como
los barcos que a la distancia,
parecen de papel…
Papel que se desvanece en el agua.
¡No se! Cuando otra tormenta te
traerá de regreso cansada y fatigada
y vengas nuevamente buscando
mi descanso para luego marcharte otra vez.
Aun así siempre estaré en la playa de la vida,
para despedirte y luego verte llegar,
porque lo tuyo es volar…
Y lo mío esperarte…
Oxwell L’bu Copyright ©2012
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