Un día papa fue mi héroe…
El hombre más fuerte del mundo,
un ser excepcional que a mi
me parecía un gigante…
De niño mi mano apenas
me alcanzaba para tomar su pulgar,
el fue quien me enseño con
paciencia a caminar…
Pero al ir creciendo se me
fue empequeñeciendo,
sería que mi mundo se amplio
o la adolescencia me elevo.
No lo sé…
Solo sé que siempre quise ser
como mi padre pero esa brecha
generacional algo cambio.
Pensamos que esa brecha es
demasiado ancha,
pero el tiempo se encarga
de angostarla.
Y sin darnos cuenta llega el día
en que nos empezamos a perecer;
esa mutación empieza justo
el día en que nos hacemos padres.
Hoy que el tiempo nos ha ganado,
me doy cuenta que me parezco
tanto a él y que Dios me cumplió
aquel deseo.
Oxwell L’bu Copyright ©2012
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