jueves, 26 de enero de 2012

***Agua Y Fuego***

***Agua Y Fuego***
Anochecer alucinando con
encuentros furtivos,
amanecer con pensamientos
lúbricos…
...
Con ese ingrato e insensato,
flagelo de las erecciones involuntarias
que ponen en aprietos hasta
a él más honesto.

Porque aquel que en su fuero
interno quisiera ser casi un santo,
ve con espanto que su naturaleza
es sensual y bravía como la de un animal.

Dominado por la testosterona,
su cerebro lucha para encontrar,
una solución plausible a esa
ecuación increíble.

Mas cuando está a punto
de encontrarla, se le presentan
ante si unos senos prominentes,
que vuelven a sus ojos delincuentes.

Cada vez que quiere meditar
en cosas profundas,
unas piernas contorneadas y caderas
redondeadas se cruzan en su camino.

Se acelera a mil su corazón,
se ahoga de la emoción,
mientras los vasos sanguíneos,
trabajan a doble turno.

Gravitando en Saturno,
con los ojos casi turnios,
la desnuda con la mirada
a esa bella flor pomposa
y engalanada.

Mientras ella espera el cortejo
y romance de un hombre galante,
que le despegue los pies del piso
con sus palabras…

En él su insisto busca insistentemente
Aquello que lo lleva a desear,
lo que no puede tocar,
sin antes haberlo conquistado
y enamorado.

Entonces se resiste a sentirse
enamorado…
Y con todas sus fuerzas busca
cohibir lo que quisiera presumir.

La dama en cambio,
quisiera escuchar un comentario,
sobre su nuevo vestido o su peinado,
lo cual es algo que él no ha notado.

Pero el con tan solo siete mil
neuromas para la comunicación,
ella aventajándolo con once mil,
quien puede con ese fuego de abril.

Ella sueña con el afecto y romanticismo,
de un perfecto caballero,
que la venga a enamorar,
que la venga a cortejar
el se quiere aparear…

Ella es agua para su fuego,
manantial que precisa su sed,
después de haber atravesado,
el desierto…

El debe de aprender a esperar,
ella es infinita paciencia,
que con amor e inteligencia,
lo sabe llevar.

Como seria la vida si no
existieran, esas diferencias
tan abismales,
entre dos seres tan distintos
y a la vez tan iguales.

Pues mientras ella quiere ternura,
el busca pasión…
Mientras ella quiere
llenarse de ilusión,
el busca la penetración.

Ya que él es el colibrí
que fecunda a la rosa,
ella sin él no es otra cosa,
que un tempano de hielo
en el océano flotando.
Oxwell L’bu Copyright ©2012

Inmagen: Internet

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