
En este mundo de obsolescencias prematuras… Sé que solo soy un punto en el universo, escribiendo versos mientras cae la tarde, que sin madera de poeta ni estrofas de canción voy escribiendo lo que me dicta el corazón, en medio de esta realidad virtual de mensajes instantáneos e imágenes fugaces, buscando un espacio para escribir al “Cortejo y Romance”.
lunes, 20 de julio de 2020
domingo, 19 de julio de 2020
***Ahora que llueve***
***Ahora que llueve***
Ahora que llueve,
mientras todo mundo corre,
te propongo empaparnos,
hasta el alma...
Que la lluvia es alegría,
mira que las flores la celebran
y los árboles bailan al compás
del viento y los campos,
tiene el corazón contentó.
Así que salgamos al encuentro,
empapémonos de esa bendición,
bailemos bajo la lluvia
y besémonos para celebrar
nuestro amor.
Que no te importe el peinado,
ni que el viendo levante tu vestido,
más bien siente cada latido,
de tu corazón, bésame hasta
que me de un infarto y abrázame
fuerte con la intensidad de tus sentimientos.
Mira que de mis manos escurre ternura,
que se mezcla con la locura que vivo
cuando te tengo, locura por tu amor,
locura por tus besos...
Es que esta locura, lo cura todo,
desde la apatía a la frustración,
porque tú mujer eres esa tentación,
por la que me juego la vida.
Empápate conmigo, que la
lluvia sea testigo, de nuestra
alegría, de cómo en las cosas
sencillas, hemos encontrado,
lo más sublime de la vida.
Oxwell L’bu copyrights 2020
sábado, 18 de julio de 2020
Un poema de besos...
Yo la besaba,
mientras el viento
con ímpetu la despeinaba
y cada beso le alborotaba
el alma.
Ella a cada beso correspondía,
con el fuego de un volcán,
su lengua era como las olas del mar
buscando la paz de la playa,
que la espera.
Mientras nos besábamos
de vez en vez me susurraba
palabras tiernas, que para mi eran
como inefables versos...
Que bien pude haberle escrito
un poema a golpe de puros besos.
Oxwell L’bu copyrights 2020
José Luis Borges
El que espera desespera,
por eso hay que salir al encuentro...
Borges el poeta a quien se le apagó la luz
de los ojos, pero no del alma...
***Encientros***
***Encuentros***
Ella se estremecía con el
solo roce de sus manos,
sus mejillas se encendían,
como las de una muñequita.
Cuando él se acercaba,
ella se desmoronaba,
sentía un vértigo que
le aguadaba las piernas.
Luego le venía ese mariposeo,
en el vientre…
Se le turbaba la mente
y se le agitaba el corazón.
Cuando él la besaba,
el alma se le iba del cuerpo
y sin darse cuenta,
gravitaba en otro mundo.
Todo eso era solo el preámbulo,
de aquellos encuentros furtivos,
donde la rutina y la monotonía,
huían como fugitivos.
En esos momentos le daban
al amor su máxima expresión,
esa que sobrepasa a la pasión,
cuando se toca el alma.
Porque su amor continúa
mas allá del clímax,
mas allá del éxtasis
de dos cuerpos ardiendo.
Porque su amor es un encuentro.
en el que no se diluyen,
si no se complementan,
para perpetuarlo…
Ya que el amor no es
una cárcel que asfixia,
sino el viento en el que
se despliegan sus alas.
Para volar en un
beso eterno…
Oxwell L’bu Copyright ©2012
viernes, 17 de julio de 2020
Quería escribir, su propia historia...
Para ella el amor sólo existía,
en esas historias traídas de los
cuentos de Adas...
Para ella el romanticismo,
no era más que cinismo,
hecho canción o poema
de algo que no existía.
Hasta que un día,
de una forma tan inesperada,
una mano le apretó el corazón
y sin la menor precaución
le cambió su mundo.
Ahora las canciones que antes,
no le dijeron nada, la hacían
llorar de emoción...
Ahora era ella quien escribiría
su propia historia de amor
y se decía, que no lo perdería
por miedo o cobardía...
Porque en el encontró el amor,
que espero toda su vida.
A fuerza de costumbre,
aprendió a vivir resignada,
sin esperar de la vida nada,
que no fuera lo establecido,
con lo que por obligación
se había comprometido.
Sus días eran grises,
sin mayores matices,
que los que pinta la rutina;
pero ese día en su horizonte
se puso el sol y con claridad
pudo ver que aquello no era vida,
más bien entregarse sin amor,
era como propinarse una herida.
Pero ahora tenía el coraje
para luchar y salir a conquistar,
lo que realmente quería...
Ahora le sobraban razones,
pues lo que sentía era algo más
que puras emociones.
Soñaba con sus besos y caricias
y solo de imaginarlo se estremecía,
es que ahora quería, besar y volar,
hacer el amor con amor y que el
le escribiera versos sobre la piel.
Ahora ya no se conformaba,
con ser lo que la costumbre le decía,
ahora quería darle rienda suelta,
a eso que desde niña sentía
en su corazón, quería escribir
su propia historia.
Oxwell L’bu copyrights 2020
Mis castillos...
Mis castillos no eran de arena,
eran de barro, de esos que se
endurecen cuando les da el sol
y te dejan rastros en las uñas...
Eran quimeras inalcanzables quizás,
pero que te hacen caminar y no
seder ante el miedo a la incertidumbre;
eran sueños de un hombre que sueña
con los ojos abiertos y con las manos
en el arado.
Eran ilusiones que no se desvanecen,
porque viven en el corazón,
eran más que versos sobre el papel,
era poesía sobre la piel...
Poesía por la vida, por el amor
que al final, es quien nos hace trascender,
aún en medio de esa soledad acompañada.
Oxwell L’bu copyrights 2020
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