Poco a poco con sutileza
y con la belleza de su forma de ser,
me fue metiendo en su mundo,
un mundo que yo no conocía.
Con ese encanto que tienen,
una mujer cuando está enamorada
y no la detiene nada, porque tiene
esa fortaleza en su corazón
que le ha dado esa decisión
de amar...
Ella no impuso condiciones,
no hizo escenas de celos;
pues sabía que solo un alma
libre, puede libremente amar,
sin sentir que la quieren aprisionar.
Ella le puso alas a mi libertad,
me dio vientos de ilusión
y junto a ella he volado con pasión,
hasta tocar el quinto cielo.
Ella me enseño que en el amor,
hay un poder, un poder de atracción,
un poder de mantener a dos unidos,
sin precisar de cadenas, ni de esas cosas
que atan pero no unen.
Ella tiene esa magia, parecida a un milagro
de hacer especiales las cosas sencillas,
de darle ese toque sublime a lo cotidiano
y de tocarte el corazón con una palabra.
Oxwell L’bu copyrights 2020