A caído la noche
y te has quedado
profundamente dormida,
entre mis brazos.
Yo me desveló
contemplando esa luz
que emana de tu rostro
y escuchando tus suspiros
eternos...
Como quisiera meterme
en tus sueños,
penetrar en ellos profundamente,
como lo hago en tu vientre.
No sé, si lo sientes,
pero acaricio todo tu cuerpo,
sin prisas con delicadeza,
de los pies a la cabeza.
Se me pasan los minutos,
las horas y yo embelesado
o mas bien enamorado,
de ese ángel que sueña
entre mis brazos.
Poco a poco empieza
a amanecer, la claridad
revela tus formas de mujer,
despertando mi deseo.
Y suavemente beso
tus párpados,
para que habrás las ventanas
de tu alma...