“En la estación de tren”
Yo estaba allí,
varado en la estación
del tren, esperando
abordar,
cuando la vi bajar.
Me deslumbro,
no porque vistiera
impetuosa, ni porque
tuviera cuerpo de diosa,
sino por su sensualidad.
Me quede embobado
y por estarla viendo,
el tren se me había pasado,
pero no mi oportunidad.
Me fui tras ella,
sin dudarlo,
sin detenerme a pensar,
que ella podría sospechar,
que se trataba
de un malhechor.
Su fragancia era de amor
y esa forma de caminar,
como quien no pisa el suelo,
que al seguirla sentía,
que estaba subiendo al cielo.
De repente, se volteó
y sin titubeos,
me confronto;
-Se le perdió algo?
-Acaso nos conocemos?
-No señorita.
-Más bien encontré
mi destino…
Ha quien esperó
ir conociendo.
Ella se sonrió,
que se yo, si por mi
atrevimiento o porque
me catalogó como
un loco benigno.
Entonces camine
a su lado y me dijo:
-A donde yo voy,
no es su destino,
siga su camino.
Yo le contesté:
-A donde usted vaya
yo la seguiré,
porque ya más de un
tren se me fue,
pero no usted.
Ella se volvió a sonreír
y me preguntó:
-Es en serio? Y si fuera
a un cementerio.
-Pues hasta allí la seguiría.
-Y Porqué? - Porque
usted tiene una forma
de mirar que rompe el hielo,
una sonrisa que eleva al cielo,
que conocerla,
el todo mi anhelo…
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#enlaestaciondeltren