Me vio a los ojos y se iluminó
su rostro con una sonrisa,
yo acaricié su cabello, besé
su frente, mientras sus manos
como mariposas volaban hacia mí...
La bese con ternura, sin la premura
de quien busca hacer el amor;
no porque no la deseara, no porque
no la amara, sino porque quería vivirla
plenamente y que su presencia se quedará
grabada en mi corazón y mi mente.
Entonces ella se recostó en mi pecho,
quería escuchar mi corazón,
quería escuchar esa melodía que escuchan
los enamorados cuando los embriaga
la ilusión, quería saber que nombre escribo
encerrado en un corazón.
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