Hoy la aspiradora existencial
a succionado mi inspiración,
de un tajo se llevo sin miramientos
mi pasión por la vida…
Hoy mis sueños son nubes grises,
tengo el alma tapizada de cicatrices
y en mi boca el sabor a hiel que deja
el desencanto…
A volado como ave asustada mi canto
y mi luz ha sido cubierta por un manto
de una densa obscuridad que como llama
aviva mis temores…
De mis amores… solo queda el recuerdo
efímero y fugaz que la vida con un haz
un día me los gano en una sola partida.
Veo como se destruye en un segundo,
lo que llevo tanto tiempo construir;
yo quiera hui pero cómo puede un
hombre huir de sí mismo.
Estoy en el filo del abismo…
Sería tan fácil dejarse caer,
pero eso sería dejarse vencer
y yo no he aprendido a hacerlo.
Desmoronados en el camino
he dejado el polvo de mis fracasos,
para que se encargue de ellos el viento
pues a mí ya no me sirven ni para cimiento.
Con el pecho saturado de dolor
y asfixiado por las responsabilidades,
a pesar de todo un creo en el amor,
ese que es como una mano que sacude
hasta el alma…
No creo en lamentada actitud positiva
o negativa es demasiado simplista,
parece como si uno fuera paracaidista,
que salta y no le afecta el viento.
Yo creo en la actitud adecuada,
ya que esa no tiene que ver para nada,
con motivaciones que son como llamaradas
de tuza que arden pronto y pronto se apagan.
Creo que esta vocación mía por la vagancia
y la irresponsabilidad que hasta ahora
a permanecido frustrada es la que provoca
en mi esta rebeldía.
Amo la libertad más que a cualquier cosa,
pero me ha faltado la sabiduría y compromiso
con migo mismo para vivirla con intensidad.
Sera por eso que me ha dejado de importar
lo que se piense o diga de mi…
Sera por eso que no comprometo mi tiempo
ni mi espacio para quedar bien.
No trato de justificarme, ni de ponerle argumentos
a esta mi forma loca de ser…
Y si lo escribí ha sido para leerlo de nuevo mañana
justo al amanecer.
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