martes, 24 de junio de 2025

Hay versos…

 Hay versos que agrietan el alma,

pero tienen la obligación moral,

de correr como un río,

para convertir esas grietas, en caudal.

Hay versos que pecan de inocentes, por decentes, pues se muerden la lengua por expresar lo que realmente quieren decir.

Hay versos que son coplas de canción, que se quedan trinando en el corazón y esas vibras que producen, se conmueven y mueven  para activar la vida.

Hay versos coléricos, que se indignan ante la justicia que es injusta porque ha sido creada y manipulada por unos cuantos.

Hay versos que no son más que falacias maliciosas que un que son hermosas, som mentira…

Hay versos, que llevan alma, corazón y un sentimiento sin intenciones de renunciar; porque los ha parido el universo, pues cada verso es un suspiró de eternidad…

Oxwell L’bu copyrights 2025

#versos

Al verse…

 Al verse libre la golondrina,

emprendió el vuelo,

pero volando al ras del suelo

y no tardó en verse

en una jaula. ..

De la misa manera que

el hombre sale en busca

de un sueño, sin darse

cuenta que es presisamente,

el que dejo...


Porque uno sale en busca

del paraíso, sin darse cuenta

que estaba en el,

luego el Ángel del tiempo

antepone una barrera 

infranqueable que ya nunca

nos permite regresa. 


Oxwell L'Bu copyright 2015

Enamorarse…

 ¡Enamorarse como nunca! Dice poco, sino se ha amado como nunca...Y eso implica hacer cosas, que nunca antes te atreviste, significa romper los esquemas, porque ese amor inválida tus teoremas.  Enamorarse puede ser pasajero, pero amar es para siempre. 

Oxwell L’bu Copyright © 2017

Siempre…

 Siempre fui lo que tú necesitabas,

lo que anhelabas, en el momento,

jamás te pedí explicación,

ni tendí un cordón, para apresarte

y así aprendí a amarte, no como yo quería 

sino como vos lo necesitabas...


Fui tú amigo cuando necesitabas 

ser escuchada, sin ser juzgada;

fui el cómplice de tus locuras

y de esas cosas que parecen sin sentido 

y aprendí a que cada latido siguiera

el ritmo de tu vida.


Fui tú novio cuando querías que te plantara 

un beso y que te abrazara y no te soltara;

fui tú amante cuando el deseo te quemaba

y yo lo calmaba con ternura y pasión.


Me hice cómplice de tu corazón 

y aprendí a tenerte sin poseerte,

a amarte sin apropiarme,

porque sabía que solo en libertad

podríamos volar...

Me gusta…

 Me gusta ser tu cómplice en la vida,

aquel que conoce lo que muchos desconocen,

aquel con quien no necesitas caretas,

porque te hace sentir en total libertad.


Me gusta ser tu cómplice, aquel a quien tú amas,

no porque lo dicte un papel, no por obligación,

sino porque es el sentir de tu corazón...

Soy tu amor, sin ser tu obsesión,

soy como la lluvia para las flores de tu jardín 

y tú la primavera, en mi jardín de otoño.


Eres mi cómplice y nada te obliga, yo soy tu compañero, no porque nos lo marca el destino,

sino porque vamos por el mismo camino...

Somos cómplices por elección y porque 

un día desistimos levantar el ancla y navegar.

Decía…

 Decía que se moria, por estar con el, pero cuando se vislumbraba una pequeña oportunidad, la echaba a perder, quien sabe si por miedo o porque solo quería vivir una ilusión, una fantasía de su corazón.

Pero si veía, que otra se acercaba, como fiera saltaba a defender lo que ella creía, le pertenecía  más la verdad es que no comía, ni dejaba comer.

Quizás sólo era egoísmo, pues si lo sabía solo, allí lo dejaba abrazado a la soledad, pero no toleraba que alguien más lo quisiera abrazar y menos que le quisieran dar, lo que ella no se atrevía a dar.

Ella le juraba, que sería solo para él, mientras vivía su propia historia, es que el no era parte de sus memorias... Era parte de sus ilusiones y sus pasiones inconfesables y le decía, que el amor lo conoció con el, pero su amor eran palabras bien articuladas, con acciones evitadas; si, quería algo con el, pero sin tomar ningún riesgo, porque su amor era un “amor” de conveniencias.



Le decía…

 Le decía con lágrimas en los ojos, que el era el hombre de su vida, mientras sus palabras le causaban una herida, que ella después no sería capaz de sanar, porque ya había alguien en ese lugar, que ella le juraba era solo para el.

Al verse libre…

 Al verse libre la golondrina,

emprendió el vuelo,

pero volando al ras del suelo

y no tardó en verse

en una jaula. ..

De la misa manera que

el hombre sale en busca

de un sueño, sin darse

cuenta que es presisamente,

el que dejo...


Porque uno sale en busca

del paraíso, sin darse cuenta

que estaba en el,

luego el Ángel del tiempo

antepone una barrera 

infranqueable que ya nunca

nos permite regresa. 


Oxwell L'Bu copyright 2015