Ojalá! Nos abunde el vino,
no solo para embriagarnos,
sino también para quitarnos,
la resaca que deja el amor
y la pasión...
Ojalá! El calor que ahora nos abriga
sea por un leño que arde y no por
una tuza que arde y luego se extingue
por cobarde.
Yo por eso te propongo:
dias llenos de detalles sencillos,
una vida tejida por momentos
inolvidables y llena de gestos
amables.
Te propongo alegrías que no sean
pasajeras, que resurjan como primaveras,
cada vez que nos reencontramos.
Te propongo que todas las noches
sean como la primera noche en
que compartimos la alcoba
y la vida una luna de miel.