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martes, 25 de junio de 2019

Es amor...

Me preguntas si es amor...
Y yo te diría: Pregúntale a una flor,
el porqué de su belleza tan efímera,
el porqué de su aroma embriagante
y su forma fascinante... Si solo dura
un momento, sino es para siempre.

Pregúntale a la luna, el porqué se desnuda
en las noches, mientras duerme el sol;
el porqué inspira al alma, si su brillo dura
solo una noche.

Y sin caer, en vanas interpretaciones
o en argumentos llenos de pasiones,
te diré, que es el amor quien lo mueve
y lo provoca, porque en el amor un momento
es una eternidad por el cual vale la pena,
apostar la vida.
Oxwell L’bu copyrights 2019

sábado, 18 de junio de 2011

***La Suerte de la Fea…***

***La Suerte de la Fea…***
Las mujeres se lo comen con los ojos,
pero su corazón es una puerta con cerrojos
y los sentimientos antes de llegar
a su corazón se diluyen en el filtro de la razón.
...
El amor para él no era más que una utopía,
que tenia la manía de la vida arruinar,
Y la pasión un placer efímero y escueto
que tarde o temprano traía complicaciones.

El ya había visto a muchos sufrir por una
vana ilusión por lo que decidió en su corazón
que a él nunca algo así le embriagara la razón.

Calculaba muy bien cada paso como quien camina
en un campo minado…
No era muy feliz pero tampoco sufría…

Pero un día aprendió que los peros existen,
que van más allá de un pelo en la sopa
o una mancha sobre una playera blanca.

Pero un día en uno de esos descuidos de la vida,
con su mirada se encontró…
Se resistió y quiso esquivarla pero sus gestos
fueron la ganzúa que abrió su cerradura.

Porque no fueron sus ojos los que vieron su hermosura,
fue su alma la que capto esa luz que irradiaba su corazón,
se volvió en un segundo, en un momento su obsesión.

Esa razón ilógica que traspasa todos los filtros…
Ese motivo que sin motivo se va convirtiendo en el eje
donde gravitan los sentimientos.

Era como un niño tratando de bajar a pedradas una estrella,
era como un matemático integrando infinitos…
Un filosofo que al verse sin las multas empezó a levitar.

Dejo todo y se fue tras de ella…Las musas celosas le decían:
Que le has visto a esa moza si esta fea…
El se fue y no les contesto…
Y las musas entendieron que cuando llega el amor
no hay explicación.
Oxwell L’bu

Imagen: Internet

martes, 12 de abril de 2011

***El Perdón***

***El Perdón***


Se nos hace tan fácil
aconsejar y de vez en vez señalar
a los demás pues es un ejercicio,
que en principio nos libera de
confrontarnos a nosotros mismos
y de empezar a rellenar esos abismos
que nos separan y aíslan de los demás.

Pretendemos amar y que nos amen,
pero como puede manifestarse
el amor a través de un corazón,
lleno de rencores y orgullos
que no son más que mascaras
donde nos ocultamos.

Vivimos en un autoengaño,
de prácticas extrañas que no
son más que artimañas a las
que llamamos perdón…

Decimos perdonar como quien
hace un favor…
Cuando en realidad solo tratamos
de tapar con un dedo el sol,
pues ocultamos nuestra verdadera
intención.

Que es la de buscar el momento
oportuno para ganar con creces
el desquite y gozarnos en la revancha.

Con devoción elevamos nuestra oración
y decimos: “Perdónanos, así como nosotros
perdonamos al que nos ofende”…
Sin darnos cuenta que ponemos la vara
de la medida con que seremos medidos.

Ya que si Dios perdonara de la forma
en que le pedimos hoy no nos
alumbraría mas el sol.

Pues como bien lo dice el viejo dicho:
El que ofende olvida y el ofendido aguarda,
convirtiéndonos en el guarda espada,
del ofensor para ver si acrecentamos
su deuda…

Pues no pocas veces cuando expresamos
“perdón” solo buscamos que el otro
baje la guardia para luego contra atacar.

Sin darnos cuenta que ese rencor
nos esclaviza y que solo perdonando
nos podemos liberar.

Sé que es tan fácil decirles a otros:
Perdona y olvida, cuando no es a
nosotros a quien nos sangra la herida.

Pero si hemos de todo corazón aprender
a perdonar…
Debemos de alzar nuestro mirar a esa cruz
y ver a Jesús que en medio de su suplicio,
al borde del precipicio…
Viendo a su madre sufrir con su último
aliento imploro y dio perdón.

Porque si algo quiso enseñarnos el Maestro,
es que la muestra más sublime del Amor
es el perdón…

Oxwell L’bu
Imagen: Internet