Todos se preguntan porque me quedo como un bobo mirándote, sin decirte nada, sin hacértelo saber, que tú eres mi fascinación mujer.
Y tú pareces notarlo, tu mirada es como un dardo, que vino a clavarse justo en el centro de mi corazón y se me va volviendo obsesión, esto de acariciarte con la mirada, de contar tus parpadeos y quedarme perdido en tu sonrisa.
Yo quisiera ir a ti, desnudar tus sentimientos de un tajó y saber que guardas en el pecho, aunque no tenga derecho a cuestionarte.
Por eso te escribo versos, aunque no los leas, te dedico canciones aunque no las escuches y cada noche te envío un beso con las estrellas.
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