Cuando te pienso...
Me anochece pensando en ti
y en mis noches obscuras,
las pupilas de tus ojos son
como dos lunas, que me seducen,
que me enamoran.
Y mi alma se empieza a elevar,
mi cuerpo parece levitar
y mis sentidos son anulados,
por el ímpetu de un sentimiento,
que gravita como luciérnaga
en torno a la luz de tu mirada.
Y en a ese lugar, donde tu recuerdo
me hace llegar, no quisiera nunca
tenerlo que dejar, porque allí siempre
estás, tan cariñosa que te transformas
en mariposa.
Pero la magia termina y tengo que regresar,
entonces con mis manos me aferro ha
ese cielo y tomo pedacitos de el,
que se transforma en mariposas azules,
que son fieles testigos del amor
que te profeso.
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