Si ella estuviera en mi jardín,
no le faltaría el rocío cada mañana
y caricias de sol al amanecer
hasta sentirse estremecer
y que se abrieran sus labiosde mujer.
Si ella estuviera en mi jardín,
estaría en tierra abonada,
escucharía los pájaros cantores
todas las mañanas y el viento,
la despeinaría.
Si ella estuviera en mi jardín,
al atardecer escucharía el violín,
de un grillo enamorado,
dandole serenata a la luna
y brillaría en el brillo de las estrellas,
porque en ese jardín las flores son bellas.
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