Siempre fui lo que tú necesitabas,
lo que anhelabas, en el momento,
jamás te pedí explicación,
ni tendí un cordón, para apresarte
y así aprendí a amarte, no como yo quería
sino como vos lo necesitabas...
Fui tú amigo cuando necesitabas
ser escuchada, sin ser juzgada;
fui el cómplice de tus locuras
y de esas cosas que parecen sin sentido
y aprendí a que cada latido siguiera
el ritmo de tu vida.
Fui tú novio cuando querías que te plantara
un beso y que te abrazara y no te soltara;
fui tú amante cuando el deseo te quemaba
y yo lo calmaba con ternura y pasión.
Me hice cómplice de tu corazón
y aprendí a tenerte sin poseerte,
a amarte sin apropiarme,
porque sabía que solo en libertad
podríamos volar...
Oxwell L’bu copyrights 2020
No hay comentarios:
Publicar un comentario