***Desde la soledad de su trinchera***
Aún es invierno, sus viento gélidos,
sus días cortos y ese horizonte lúgubre,
donde se esconde el sol.
Pero un día de repente el sol
vuelve a brillar...
Ellos envían a sus vigías,
para que puedan confirmar,
si la primavera está por llegar.
Pero vuelve a caer una nevada
y sus cascos verdes se queman,
por el frío y continúan en
la espera.
En esa soledad de su trinchera,
en los jardines desolados,
siguen perseverando,
porque su misión es de nuevo,
vestir la tierra de primavera.
Y así los tulipanes en la soledad
de su trinchera,
continúan con esa espera,
aguardando la primavera,
para bríndale sus primicias.
Tal y como lo hace la doncella,
que espera a quien hace brotar,
esa flor del primer amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario