***Desde mi Trinchera…***
Te veo pasar desde este
edificio canceroso…
Con piso asqueroso…
Donde las historias se suceden
una tras otra como si fueran
el periódico de ayer.
¡Tú, tan guapa y hermosa!
Caminas como una mariposa,
tan a prisa para evitar la
hediondez de esta calle…
Donde no sé si por suerte…
O porque te gusta pasar
por lugares de mala muerte,
es que pasas por aquí…
Eres como un lunar…
Que mis ojos siguen sin parar,
y ¡Ese vaivén de tus caderas!
Que me pone a levitar…
Mira si soy un iluso,
que siempre me creí el
que observa y disfruta,
Sin saber que tras mi ventana,
con cortinas desgarradas por el tiempo,
me observabas tú…
Nunca entendí porque pasabas
de lunes a viernes a la misma hora
vespertina solo para adornar esta
calle sin paisaje…
Mira ¿Quien iba a pensar?
que una hembra de tu linaje,
se iba a fijar en este personaje,
sin futuro, ni equipaje…
Pero los laberintos del amor
son así…
Y me basto un día salir de mi trinchera,
y correr como perro que huye de la perrera
para irme tras de ti.
Fue tu sonrisa fulminante…
Y esa mirada alucinante
la que me embriago de ti.
Sin dudarlo, sin pensarlo…
Te acompañe a tu trinchera,
que no se compara con la mía.
La tuya huele a rosas…
La tuya es acogedora…
Y tiene siempre encendida
una veladora…
Al santo a quien te encomiendas.
Yo con mi vida remendada,
con esta alma enamorada,
a veces quisiera alejarme de ti,
no porque no te ame…
Si no porque no te merezco.
Pero esa gracia de tu cintura
me tiene atado a ti…
Como decirte que no me esperes,
si el que se muere si no llego, soy yo.
¡Ah! Mi niña tan hermosa…
Eres flor y mariposa…
Le has puesto vida a mi jardín.
Oxwell L'bu copyrights 2010
Te veo pasar desde este
edificio canceroso…
Con piso asqueroso…
Donde las historias se suceden
una tras otra como si fueran
el periódico de ayer.
¡Tú, tan guapa y hermosa!
Caminas como una mariposa,
tan a prisa para evitar la
hediondez de esta calle…
Donde no sé si por suerte…
O porque te gusta pasar
por lugares de mala muerte,
es que pasas por aquí…
Eres como un lunar…
Que mis ojos siguen sin parar,
y ¡Ese vaivén de tus caderas!
Que me pone a levitar…
Mira si soy un iluso,
que siempre me creí el
que observa y disfruta,
Sin saber que tras mi ventana,
con cortinas desgarradas por el tiempo,
me observabas tú…
Nunca entendí porque pasabas
de lunes a viernes a la misma hora
vespertina solo para adornar esta
calle sin paisaje…
Mira ¿Quien iba a pensar?
que una hembra de tu linaje,
se iba a fijar en este personaje,
sin futuro, ni equipaje…
Pero los laberintos del amor
son así…
Y me basto un día salir de mi trinchera,
y correr como perro que huye de la perrera
para irme tras de ti.
Fue tu sonrisa fulminante…
Y esa mirada alucinante
la que me embriago de ti.
Sin dudarlo, sin pensarlo…
Te acompañe a tu trinchera,
que no se compara con la mía.
La tuya huele a rosas…
La tuya es acogedora…
Y tiene siempre encendida
una veladora…
Al santo a quien te encomiendas.
Yo con mi vida remendada,
con esta alma enamorada,
a veces quisiera alejarme de ti,
no porque no te ame…
Si no porque no te merezco.
Pero esa gracia de tu cintura
me tiene atado a ti…
Como decirte que no me esperes,
si el que se muere si no llego, soy yo.
¡Ah! Mi niña tan hermosa…
Eres flor y mariposa…
Le has puesto vida a mi jardín.
Oxwell L'bu copyrights 2010
No hay comentarios:
Publicar un comentario