Al verse al espejo, se dio cuenta que ya no era el mismo, sus gestos, su mirada y su fisonomía correspondía a la de aquel hombre que llamaba padre, observaba en su rostro aquellos conatos de envejecimiento y había algo que le intrigaba y era el aparecimiento de una que otra espinilla y se preguntaba, si aquello eran retoños de juventud o muestras de una vejes prematura.
Oxwell L’bu copyright2014
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