Todo se hizo por amor, el amor puede ser tan pequeño como un neutrino o tan inmenso como el universo, porque esta en todo y es todo...
El amor escapa a nuestras definiciones, no se puede contener en un solo ser y sin embargo anida en todo corazón; podemos hablar de él, pero eso no es él, podemos hacer muchas cosas en nombre del amor y sin embargo todo eso no es el amor, porque el amor nos trasciende.
Los poetas nos hablan con hermosas alegorías y versos de él, pero sus palabras son solo el reflejo de esa luz, no la luz. Los cantores y músicos se inspiran en él, para darnos sublimes coplas y bellas melodías, que no son más que los ecos de su voz.
Los filósofos recurren a elaborados argumentos, para darle una satisfactoria explicación, pero aquello es una ecuación sin solución, incluso los psicólogos tratan de explicarlo como una conducta que queda reducida, al enamoramiento.
Los teólogos nos hablan del amor de Dios, lo cual no es más que el pretender seducir a una estrella para que se pose, sobre la palma de la mano, más todo eso no es envano, porque nos permite dislumbrar una luz, que muy pocos tienen ojos para ver.
Podemos hablar de diferentes tipos de amor, pero el amor es un no solo...El amor que siente la mujer presta a convertirse en madre, ese amor casi simbiotico de los hijos, el amor a los que llevan nuestra misma sangre, el amor a los amigos, el amor que lleva los ingredientes de la pasión, la ternura y el deseó, pero al final todo eso solo son expresiones del amor, amor que no es excluyente, que es atrayente, que da unidad y algunas veces dolor.
Pablo el apóstol del Señor nos habla del amor en la primera carta a los Corintios y Juan el dicipulo amado, tiene su evangelio plagado de ese amor y sin embargo Pablo nos dice que no vemos ahora todo claro, que lo vemos como en un espejo ( refiriéndose a los espejos de bronce pulido de la antigüedad). El amor también ha sido una revelación al corazón, no sólo de místicos y grandes maestros, también se ha revelado a gente de a pie, gente que vive su día a día como cualquier mortal.
El amor es algo innato a nuestra naturaleza, no podemos renunciar a él, porque al final somos producto de él.
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